En esta jornada especial, familias enteras se reunieron para celebrar la Eucaristía en un ambiente de fe y comunión. Entre bailes, cantos y momentos de reflexión, compartieron la importancia de tener a Jesús presente en cada hogar. Fue una oportunidad para fortalecer los lazos familiares y renovar el compromiso de vivir los valores cristianos en comunidad. ¡Un día lleno de alegría, unidad y esperanza que quedará en el corazón de todos los presentes!